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Última actualización de este contenido: 25 de noviembre de 2024 por Felip Granados

Hoy, en nuestra sección de poesía, os traemos una reflexión crítica: Monopolio.


Hoy estreno una nueva sección en la web, dedicada a la reflexión, la expresión, el dolor, el amor y tantos otros sentimientos y sensaciones que fluyen libremente por nuestros cuerpos.

Efectivamente, se trata de poesía, pero poesía en prosa poética, libre de las normas, los tiempos, las reglas y las métricas que suelen encapsular su fuerza.

Espero que os guste. 😉


Monopolio

El cruel llanto de los rastros de una desaparecida civilización.

Rompe las barreras de la realidad.
Rompe las barreras de la ilusión.

Las flores, el viento, un cerco de tierra entre el agrio cemento, acechan desde sus recuerdos, incursores de mal talante son nombrados.

Ando por un camino de tierra, un camino concebido por la humanidad y al mismo tiempo olvidado y abandonado.

Llego al límite, las flores terminan su compás donde la tosca y ardua calzada corta el paso. La muerte para ese verde desesperado que aun extinto, su aroma no es olvidado.

Más allá, solo hay ciudad, la moderna hueste de tejados, hollín y caminos empedrados.

Es solo un triste descampado, de las entrañas de aquel vetusto, de donde las raíces han sobrevivido.

El vestigio de una vida salvaje que hemos eliminado.
El vestigio de una civilización antigua ahora casi inexistente.

Las hojas lloran los recuerdos de sus antepasados, campos de plata bañados por la fina lluvia de las tempestades.

Sí, fue así… ¿o no?, quizá yo no lo conocí.

El silencio me atormenta.
La brisa transporta el murmullo de la delicadeza hoy extinta.


¿Qué ha sido eso?, por un momento creí…
Oigo mis pasos sobre el suelo, antes tierra ahora mundo.

La sociedad severa
La sociedad ambiciosa

Los lamentos de unas raíces encharcadas en basura, ellas nos quisieron ayudar. Una vez, nos ofrecieron su verde compañía, creyeron en la unión.

Nos pidieron
Nos suplicaron

Cuídalas, porque ellas por ti lo harán

La savia, que de amor brota sin un ápice de su antiguo esplendor, ya no es brillo sino dolor.

Ando por la carretera y observo, observo su lucha por la supervivencia, observo su belleza… Aunque triste y encarcelada, es bella.

Y admiro…

Admiro su fuerza, admiro su dignidad y, ante todo, su benevolencia.

Que, tras siglos de duras contiendas, de batallas a traición.
Aun nos cantan desde su pequeño entorno letras de amor, de cariño y de perdón.

Felip Granados
2005


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Esperamos que hayáis disfrutado de este poema, reflexión o como quieras llamarlo! 🙂

Si os ha gustado «Monopolio«, no olvidéis echarle un ojo 👀 a mis otras poesias, o al resto de historias cortas de la página. 😊