Última actualización de este contenido: 22 de marzo de 2024 por Felip Granados
Hoy, en historias de terror, os traemos un microrrelato: El espejo de obsidiana.
En el olvidado desván de una antigua casa, los recuerdos se acumulan bajo infinitas capas de polvo. En ese lugar, se encuentra un viejo espejo de Mesoamérica, testigo implacable de las eras que han pasado. Su marco, tallado en madera, ostenta símbolos extraños y arcanos, gastados por el tiempo.
A pesar de su apariencia deslustrada y el abandono que lo rodea, el espejo emana una presencia imponente. Lo más peculiar de este objeto es su cristal, hecho no de vidrio sino de obsidiana, cuya superficie negra y profunda parece tragarse la luz, invitando a su observador a perderse entre sus sombras.
Descubierto por el joven heredero de un conocido linaje, mientras exploraba la vieja mansión familiar, el espejo llama su atención no solo por su inusual belleza sino por la sensación de poder que irradia. Al tocar los grabados del marco, siente cómo una energía antigua recorre su piel, susurrándole secretos en un lenguaje que su mente no comprende.
Movido por una curiosidad insaciable, el joven pasa las horas investigando los símbolos, descubriendo que cada uno representa conceptos olvidados por la humanidad moderna. Esos símbolos son representaciones de portales entre mundos, de la dualidad de la existencia y las múltiples dimensiones del cosmos.
La obsidiana, piedra de poder y protección en antiguas culturas, refuerza la teoría de que este espejo servía como herramienta de ritual y adivinación, un medio para mirar más allá del velo que separa lo terrenal de lo sobrenatural.
Una noche, bajo la luz de una luna lechosa que se cuela por las rendijas del desván, el heredero se atreve a realizar un antiguo ritual encontrado en los diarios de sus antepasados, buscando activar el verdadero poder del espejo. Al completar los cantos y ofrendas, el espejo comienza a vibrar, y la obsidiana se ilumina con una luz propia, revelando una visión de otro mundo.
Aterrado pero fascinado, el joven se da cuenta de que ha abierto una puerta a lo desconocido, una especia de puente entre su realidad y los innumerables misterios que yacen más allá. Cada día que pasa, el espejo le muestra más, enseñándole los confines del universo y los misterios de su propia alma.
Aunque es consciente del peligro que conlleva jugar con fuerzas más allá de la comprensión humana, el heredero no puede apartarse del espejo. Se ha convertido en su maestro, su ventana a la infinitud del universo y, quizá, en su perdición.
En este desván olvidado, entre el polvo y los recuerdos, se escribe una nueva historia, un capítulo desconocido en el antiguo legado de su familia, con el espejo de obsidiana como protagonista, y el joven heredero como triste víctima.
Esperamos que hayáis disfrutado de este relato breve.
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