Última actualización de este contenido: 24 de septiembre de 2024 por Felip Granados
La creación de nombres para personajes es, sin duda, un arte lleno de misterio y encanto, un proceso tan íntimo como diverso que refleja la magia de la escritura en sí. 🌟 Se trata de un proceso sumamente íntimo, en el que cada autor o autora, viaja de manera única.
Cada cual aplica sus propios métodos y estrategias, normalmente muy relacionadas con su propio su proceso creativo. Algunas de estas metodologías, se basan en lo siguiente:
Inspiración en el significado
Muchos escritores buscan nombres que den respuestas a la esencia de sus personajes. Del mismo modo que un pintor elige sus colores, algunos escritores seleccionan nombres cuyo significado profundiza en la psique de sus personajes.
“Leo”, que significa “león”, puede ser perfecto para aquel personaje cuya valentía y fuerza son pilares de su identidad. 🦁 Es un modo de dar pistas sutiles sobre quiénes son estos personajes incluso antes de que sus historias se desplieguen ante los ojos del lector.
Raíces históricas y mitológicas
Otros se sumergen en las profundidades de la historia y la mitología, buscando nombres que no solo denoten una conexión con el pasado, sino que también añadan una capa de profundidad y resonancia cultural a sus personajes.
“Aurora”, inspirado en la diosa romana del amanecer, podría nombrar a alguien cuya presencia y acciones iluminan los caminos de aquellos que la rodean. 🌅 Esta estrategia es enriquecedora, ya que si la acompañas de más referencias, permite recoger unas pinceladas sobre el pasado histórico de ese nombre, y aplicarlas a tu actual personaje.
La música de los nombres
Luego están aquellos, como yo ✋, para quienes el sonido y la cadencia de un nombre son cruciales. Esta aproximación trata menos sobre el significado explícito y más sobre cómo el nombre se siente y resuena en el contexto de la historia.
Hay nombres que llevan en sí una melodía, capaces de evocar heroísmo, misterio, ligereza o gravedad, dependiendo de su sonoridad y el lugar que ocupan en la trama. Para estos autores, el nombre debe cantar, debe encajar en la sinfonía de la narración como una nota perfecta. 🎶
Es una manera más poética de hacerlo ya que, en cierto modo, buscar musicalidad en la cantidad y forma de las silabas, ¿qué es sino poesía?
La serendipia: El encuentro mágico
Independientemente del método que emplees, siempre existe una diminuta, casi imperceptible posibilidad de que los hados desciendan y te bendigan con su gracia y magia, otorgándote así de la VISIÓN, en un instante determinado. 😱
No podemos olvidar la serendipia, ese momento mágico en que escuchas o ves un nombre y piensas: “¡Ese es!“. Puede ser tan simple como escuchar un nombre en una cafetería y pensar: “¡Sí, ese es el nombre de mi próximo protagonista!“
Cuando eso ocurre, querido escritor/a, ya no hay nada que hacer. Hagas lo que hagas, ese será el nombre.
Un camino propio
Al margen de todo lo dicho hasta ahora, cada escritor tiene su propio camino en la selva de la creación de personajes, un camino tan variado como las historias que surgen de nuestras mentes.
He tenido el privilegio de conocer a muchos creativos a lo largo de los años, y si hay algo que he aprendido es que no hay dos procesos creativos iguales. Algunos escritores utilizan siempre un método. Otros, realizan una combinación de ellos, y otros siguen intuiciones efímeras. Cualquier forma es buena en esa búsqueda por el nombre perfecto. Un nombre que, una vez encontrado, parece haber sido siempre parte de ese personaje.
La elección de un nombre es solo el principio, y es un paso fundamental en el viaje de dar vida a nuestros personajes, de transformarlos de meras ideas a seres que habitan en nuestras páginas.
En este arte de nombrar, tan diverso y personal, radica uno de los muchos placeres de escribir, una de las primeras puertas hacia el alma de nuestros mundos imaginados.
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